Ser influencer no es para todos, es una elección y un estilo de vida en el que debes de tener ciertas habilidades y conocimientos en temas específicos para que logres hacerlo con éxito y de manera constante durante un largo tiempo para ir creando una comunidad que te siga y con el tiempo empezar a recibir los beneficios de ser un influencer.
Ahora esto no es para desanimarte, es para prepararte para lo que viene en el camino si decides que el ser un influencer es a lo que te quieres dedicar. Pero no se trata solamente de promocionar productos o servicios, si no también formas de pensar y herramientas que ayuden a otros a lograr algo en particular. Puede llegar a ser un estilo de vida, pero antes de llegar ahí debes conocer a lo que te estarás comprometiendo.
Ser influencer, no es tan sencillo como puede parecer, quizá estés pensando que es simplemente el agarrar un tema empezar a probar diferentes productos...
“Necesitas dejar de ser perfeccionista si quieres emprender”, me dijeron en alguna ocasión.
Al principio no lo entendí, sentí como que querían que fuera “mediocre” o hiciera las cosas “al aventón”, sin embargo, toda mi vida profesional me he caracterizado por hacer bien mi trabajo, “no voy a empezar ahora creando algo que no es de mi entera satisfacción… yo no voy a hacer un trabajo mediocre”, pensé.
En nuestra sociedad impulsada por el éxito, ser perfecto es el objetivo final. Los rasgos del perfeccionismo (esfuerzo constante, atención al detalle, altos estándares, compromiso con los resultados, dirección, trabajo duro, logros, planificación y preparación) son muy elogiados y admirados.
Sin embargo, la realidad es más cruda, pregúntale a un perfeccionista cómo es realmente su vida y te dejará...
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Nos dará mucho gusto