Seguramente te ha pasado que tienes una meta de hacer algún proyecto o de realizar algo que siempre habías soñado, pero después de poco tiempo te encuentras atorado en la búsqueda de la perfección y dejas de avanzar por tratar de tener todo perfecto en cada paso del camino. Probablemente si esto te paso, dejaste ese proyecto en pausa y aun no lo has completado. ¿Qué es mejor, seguir avanzando aún con las imperfecciones o tener todo perfecto antes de continuar?
Algunas metas pueden ser algo vagas, o demasiado grandes que no sabemos por dónde empezar. Puede ser que nos sintamos abrumados y que creamos que no tenemos tiempo o los recursos para lograrlos, puede ser que estemos adoptando sueños o metas de alguien más y que no sean lo que realmente queremos, o que no estemos dispuestos a empezar por el hecho de sentir que fallaremos. Pero como seres humanos somos imperfectos y eso es lo que nos hace únicos.
La perfección nunca debe ser nuestra meta, ya que es un hecho que fallaremos. Esto no significa que no debemos de ponernos metas retadoras, si no en concentrarnos en el proceso para obtener el mejor resultado posible. Sabemos que siempre es posible mejorar en cualquier proyecto o sueño, pero para poder realmente tener el mejor resultado es mejor seguir avanzando, continuar al siguiente paso cuando te empieces a atorar y regresar a ese paso después con ojos mas frescos y las nuevas ideas que van saliendo a lo largo de todo el proceso.
1.- Tener claras nuestras metas y objetivos: Para que esto funcione debes fijarte metas que tengan valor para ti y que sean algo que realmente deseas, debes haberlo elegido y no que se sienta como que alguien te las impone o son las metas de alguien más.
2.- Plasmarlas en papel: Ya sea como texto o como imágenes, debes tenerlas a la mano para siempre recordarlas y que te mantengan motivado. Recuerda escribir el por qué, de cada meta, que es lo que la hace especial y que debas invertir tu tiempo en ella.
3.- Crear mini metas de cada una de ellas: Define pequeños pasos que puedes ir dando para lograr esa meta que al principio parece inalcanzable.
4.- Concéntrate en pequeños cambios: Enfócate en una actividad a la vez, un pequeño cambio que al hacerlo frecuentemente te va a acercar a tu meta. Cada que domines ese paso, da el siguiente y así sucesivamente hasta que logres llegar a tu meta.
5.- Nunca dejar de crecer: Si ya cumpliste una meta, aprovecha toda esa energía y motivación para plantearte una nueva, aun mas retadora y comienza tu proceso para lograrla.
Si tu meta es de bajar de peso, hay muchas metas que podrías plantearte, con diferentes objetivos y muchos caminos para llegar a ella.
Debes definir tu meta con tiempo en el que planeas terminarla y la cantidad de peso que te gustaría bajar (no olvides escribirla junto con tu razón de valor).
Crea metas pequeñas de menor tiempo y peso (pueden ser metas mensuales, quincenales, o como mejor te guste) lo importante es que vayas registrando tu progreso y te mantengas motivado a cumplir con tu objetivo final.
Existen muchas cosas diferentes que puedes hacer, como comer mas verduras, tomar mas agua, mantenerte activo, tomar alguna clase deportiva, etc. Elige una y empieza el proceso hacia el logro de tus metas, cuando te sientas listo agrega la que sigue y mantén tu meta retadora.
Una vez que la logres fíjate una segunda meta con un peso o un propósito diferente.
El tener la capacidad de seguir adelante con las diferentes actividades a pesar de que no se tenga la perfección en el anterior es uno de los puntos mas importantes ya que tomaría demasiado tiempo el lograr la “perfección” y ya que continúes con tu proceso seguramente descubrirás una forma mejor de hacer las cosas, y muchas cosas seguro cambiaran a lo largo de este proceso. No te cierres a la idea de la perfección ya que eso solo traerá mucho estrés a tu vida que al final te darás cuenta de que no era necesario.
Es tu turno de aplicar estos pasos a tus metas y que nos cuentes como te ha ido con ello.
5 Tips para manejar mejor tus emails
50% Complete
Nos dará mucho gusto