Siempre me ha caracterizado por ser una persona que trabaja duro, aunque no lo creas, esto no siempre me ha dado los mejores resultados. Bien dicen que los excesos son malos, ¿cierto?
Déjame te platico, cuando estoy en el trabajo, estoy enfocada en lo que estoy haciendo, reviso mis tareas del día, las organizo, programo el tiempo necesario para hacerlo y a darle. Pero siempre sale algo inesperado que me hace reorganizar mi agenda y está bien, es parte del trabajo diario, sin embargo, en ocasiones son tantas cosas que no paro y termino trabajando por la noche, fuera de mi horario laboral.
Trabajo usando las redes sociales, ya que mis clientes están ahí, adicionalmente siempre hay un correo electrónico más que revisar o algún mensaje que contestar, y la lista sigue y sigue y sigue, ¿te identificas?
Muchas veces termino de trabajar tan tarde que ya no tengo tiempo de nada más que dormir para levantarme muy temprano y que me dé tiempo de hacer todo lo que tengo que hacer. Es aquí donde olvido la importancia del equilibrio.
Olvido la necesidad de parar, respirar profundamente, meditar, dar un paseo, disfrutar de un amanecer o de un atardecer, ya sea sola o acompañada.
Los emprendedores somos los peores cuando se trata de tener equilibrio en nuestras vidas. Pensamos en negocios 24x7 y nos volvemos completamente adictos a la acción, nos apasiona tanto lo que hacemos que perdemos de vista todo lo que está más allá del trabajo.
Nos enfocamos tanto en hacer las cosas, lograr nuestras metas y el éxito, que nos olvidamos de otras cosas tan importantes como convivir con nuestras familias, amigos, hacer ejercicio, comer saludable, dormir, leer un libro, escuchar música etc. etc. etc.
Sin embargo, es importante reconocer que cuando nos alejamos un poco de ese ajetreo, tenemos otra perspectiva que nos ayuda a tomar mejores decisiones, ya que podemos ver las cosas más frías, sin estar metidos en la acción, podemos ver el panorama de una manera diferente.
Seguro te ha pasado que estas bañándote y al estar relajado te vienen ideas interesantes a la cabeza, también cuando sales a hacer ejercicio, piensas en cosas que no habías pensado por estar envuelto en el problema o simplemente ideas para hacer las cosas de diferente manera.
Puedes ver la distancia que has recorrido, así como ver hasta dónde puedes llegar. Tomarte el tiempo para relajarte y descansar te permite ver los problemas de una perspectiva diferente.
Estudios han demostrado que mantener un equilibrio entre tu trabajo y tu descanso ayuda a:
El problema aquí es realmente hacerlo, estamos tan ocupados que no nos damos el tiempo para descansar y relajarnos.
Algunos consejos para lograr mantener un estilo de vida más equilibrado.
Si te cuesta mucho trabajo hacerlo en un principio te aconsejo, lo vayas reduciendo poco a poco. Es decir, si pasas en tu teléfono 2.5 horas diarias, reduce la primera semana ½ hora y ocúpalo en hacer ejercicio, por ejemplo.
La segunda semana redúcelo otros 15 min más y aumenta tu ejercicio a 45 minutos.
La siguiente reduce otros 15 min y aumenta tu ejercicio a una hora diaria, en 3 semanas habrás cambiado algunos de tus hábitos y empezaras a utilizar ese tiempo en otras cosas que te ayudan más.
Haz lo mismo con el número de horas que estas dedicando al trabajo. Si estas dedicando más de 10 horas diarias, ve reduciéndolas poco a poco de tal manera que en unas semanas tu promedio de trabajo sea de 8 horas, máximo.
No se trata de cantidad de horas dedicadas al trabajo, se trata de calidad.
Te aseguro que si cambias tu enfoque a equilibrar tu vida, mantener tu energía en niveles más altos esas 8 horas de trabajo efectivas te vas a rendir mucho más que las 10-12 horas que actualmente estas trabajando, inténtalo y veras que buenos resultados obtienes.
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Alicia Díaz-Blevins
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Nos dará mucho gusto