La Crisis está en la Cabeza

Hay personas que me han preguntado ¿Te da miedo la crisis en la que estamos viviendo?

Déjame decirte que desde que tengo uso de razón he escuchado la palabra crisis toda mi vida.

Es verdad que el 2020 trajo mucha incertidumbre y que probablemente la solución tarde en llegar varios meses más o quizá hasta años, pero quiero decirte algo importante, la situación de incertidumbre no es nueva, todos vivimos en una montaña rusa en la que tenemos las mismas posibilidades de estar arriba como de estar abajo.

La economía mundial siempre ha sido inestable, y déjame decirte que esta ocasión no es la excepción, pero quiero preguntarte, ¿sabes qué diferencia hay entre las personas que han tenido éxito a pesar de las circunstancias, y las que no?

Actitud

La actitud que tenemos al enfrentar una situación cualquiera que sea, eso es lo que hace la diferencia. En alguna ocasión escuché a una persona comentar de una situación que me llamo la atención.

Esta persona platicaba sobre un amigo que siempre era feliz, siempre lo veía sonriendo y siempre lo veía positivo y que en alguna ocasión le pregunto, ¿no tienes días malos, siempre te veo sonriendo?, él le contesto: “claro, yo también tengo días malos, he perdido dinero, he peleado con mi pareja, me han corrido del trabajo… pero sin esos días no sería quien soy hoy.

Perder dinero me ha enseñado a cuidarlo, discutir con mi pareja me ha enseñado a ver otros puntos de vista e inclusive a cambiar de opinión, perder un trabajo me ha enseñado a salir de mi zona de confort y crecer. Cada que algo malo me pasa, pienso en lo que me está enseñando y cómo mañana seré mejor que hoy”

Eso me hizo recordar una plática que tuve en una ocasión con Alain Phillips, coach de resiliencia emocional quien decía que lo importante cuando suceden ese tipo de cosas es preguntarte “¿para qué?” en lugar de ¿por qué? 

Cuando te preguntas ¿por qué? estás en modo de víctima, cuando te preguntas ¿para qué? estás en modo proactivo. Analizas qué es lo que vas a aprender de esta situación y qué vas a hacer para que la próxima vez no te vuelva a suceder.

La vida está llena de momentos buenos y malos que no puedes controlar, lo que SI puedes controlar es tu actitud ante ellos y será eso lo que te diferencia de los demás, lo que te lleve por una vida de éxito o de fracasos.

 Y te tengo una pregunta ¿Hacia dónde estás construyendo tu camino? 

¿Vivimos en versión víctima o responsable?

Hay mil circunstancias ahí afuera que no puedes controlar y que definen tu vida, ¿cierto?

¡FALSO! Sí hay circunstancias que no puedes controlar, como el clima, al jefe, la situación actual, etc.… pero la única persona que define tu vida eres TU.

Por eso pregunto, ¿crees que todo lo que está afuera es lo que te ha llevado a dónde estás o eres responsable de tu camino, de tu éxito y tus fracasos?

Por ejemplo, la situación actual.

Es un evento que nos cayó a todos por igual, pero hay quien ha aprovechado el tiempo en casa para hacer ejercicio, bajar de peso, emprender, crear una nueva fuente de ingresos etc. Y por otro lado hay quienes llevan 1 año llorando y pensando en la tragedia que esto ha traído a todos.

Si acabas de darte cuenta de que estás en modo víctima, te felicito y es el mejor momento de cambiarlo, conoce tus circunstancias y deja de poner excusas para hacer las cosas que has postergado. La responsabilidad de tu vida es solo TUYA, así que sal a buscar lo que sueñas, nunca es tarde para lograrlo.

¿Has observado a las palmeras? Son increíblemente grandes, fuertes, pero lo mejor… son flexibles.

Sé cómo las palmeras, lo suficientemente resistentes para llegar muy alto, pero flexibles para resistir huracanes. Y es que la mayoría de las veces somos demasiado estrictos con nosotros mismos.

Queremos bajar de peso y nos prohibimos un gustito, estamos iniciando un proyecto y decidimos que no podemos equivocarnos. Que todo tiene que ser perfecto

¿Qué pasa si fallamos una vez? Mandamos todo a volar…

“Ya me comí un pastel, ya mejor no sigo con la dieta”

“Ya fallé en mi proyecto, ya mejor no vuelvo a intentarlo” ¿te ha pasado?

¿Cómo sería si fuéramos flexibles con nosotros mismos?

Está bien llorar, equivocarse, darse ese gustito, ¡pero no tires la toalla! No eches por la borda las semanas que invertiste, por un día que las cosas no salieron como querías.

Si te comiste el pastel, pues disfrútalo y vete a hacer más ejercicio y tomar más agua

Si no te salió el proyecto que querías, revisa qué paso, ajústalo y sigue adelante

Sé honesto contigo, pero, sobre todo, respeta tu palabra.

Haz un compromiso contigo y no lo rompas, respeta tu proceso, tu aprendizaje y tu crecimiento verás como poco a poco lograrás mejores resultados.

No es fácil cambiar la actitud de la noche a la mañana es como cambiar un hábito que has tenido toda la vida, es poco a poco, pasos de bebe como dicen.

Empieza por hacer un compromiso contigo, sencillo pero retador como levantarte una hora antes, tomar 2 litros de agua al día o dedicarle 1 hora a ese proyecto que tanto quieres y cúmplelo.

No importa si llueve, si llegaste tarde, si se ponchó una llanta, confía en que puedes hacerlo a pesar de las circunstancias y hazlo.

Le darás el mensaje a tu mente de que el compromiso es serio y comenzarás a cumplir metas. Primero 1 hora en tu proyecto, después generar millones de dólares o cualquiera que sea tu meta.

Inicia por ahí y cuéntame cómo te ha ido.

Tu mente funciona de una manera muy interesante, tuviste oportunidad de ver la entrevista que le hice hace unos días a Isabel Mancías Coach de Dinero, si no la viste al final te dejo la liga para que la veas.

Confía en ti mismo

¡La confianza es la clave de todo! El secreto de vida que si lo pones en práctica resolverá muchos de tus problemas.

Confiar en ti, va más allá de una virtud, es esa señal que le mandas a tu subconsciente para lograr todo lo que quieres en la vida. 

Es lo que te hace pensar que pues lograrlo y eres lo suficientemente capaz de llevar todo a la realidad.

Si confías en ti, vas a dar ese paso para publicar ese blog que tanto has pensado, salir a cámara y compartir tus ideas y hablar con la persona con la que quieres trabajar, llegar hasta donde tú quieres, no hasta donde las circunstancias te lleven.

Algunos consejos para no desistir en tus sueños u objetivos.

Paso 1. Decide lo que quieres para tu vida. Conoce quién eres, qué quieres y comprométete contigo.

Paso 2. Grábate esto “La motivación es importantísima para iniciar, pero no es suficiente para mantenerse.” Es importante estar motivado, pero no es lo que te va a llevar a tener resultados, los resultados se dan con disciplina.

Cuando sientas que el mundo está en tu contra y quieras tirar la toalla, la disciplina es la que llegará a salvar el día. La motivación habrá desaparecido, pero tendrás un aliado que no te dejará caerte.

Paso 3. Se flexible. Quiérete, consiéntete, permítete fallar, pero nunca permitas faltar a tu palabra. De los errores se aprende, al dejar de intentar se fracasa.

Así que conviértete en tu mejor arma para lograr resultados, porque nadie conocerá el camino más que tú. Rompe la barrera, vence a la negatividad y obtendrás resultados maravillosos.

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Alicia Díaz-Blevins

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